We Love God!

God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

A man is not far from the gates of heaven when he is fully submissive to the Lord’s will.
C.H. Spurgeon

He stripped off first one robe of honor and then another until, naked, He was fastened to the cross. There He emptied His inmost self, pouring out His lifeblood, giving Himself for all of us. Finally, they laid Him in a borrowed grave. How low was our dear Redeemer brought! How then, can we be proud? Stand at the foot of the cross and count the scarlet drops by which you have been cleansed. See the thorny crown and His scourged shoulders still gushing with the crimson flow of blood. See His hands and feet given up to the rough iron, and His whole self mocked and scorned. See the bitterness, the pangs, and the throes of inward grief show themselves in His outward frame. Hear the chilling shriek, “My God, my God, why hast Thou forsaken me?” (Matthew 27:46). If you are not humbled in the presence of Jesus, you do not know Him. You were so lost that nothing could save you but the sacrifice of God’s only begotten Son. As Jesus stooped for you, bow in humility at His feet. A realization of Christ’s amazing love has a greater tendency to humble us than even a consciousness of our own guilt. Pride cannot live beneath the cross. Let us sit there and learn our lesson. Then let us rise and carry it into practice.
C.H. Spurgeon

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) Isaías Chapter 2:1-22 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

Isaías 2

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2:1 La palabra que Isaías hijo de Amoz recibió en visión con respecto a Judá y a Jerusalén:

2:2 Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa de Jehovah será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él todas las naciones.

2:3 Muchos pueblos vendrán y dirán: “Venid, subamos al monte de Jehovah, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas.” Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehovah.

2:4 Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

2:5 ¡Oh casa de Jacob, venid y caminemos a la luz de Jehovah!

2:6 Ciertamente tú has rechazado a tu pueblo, la casa de Jacob, porque ellos están llenos de costumbres orientales y de adivinos, como los filisteos; y hacen tratos con los hijos de extranjeros.

2:7 Su tierra se ha llenado de plata y de oro, y sus tesoros no tienen fin. También su tierra se ha llenado de caballos, y sus carros son innumerables.

2:8 Además, su tierra se ha llenado de ídolos. Adoran la obra de sus manos, lo que sus dedos han hecho.

2:9 Así se ha postrado el hombre; el ser humano se ha rebajado. Por tanto, no los perdones.

2:10 Métete en la roca; escóndete en el polvo ante la temible presencia de Jehovah y ante el esplendor de su majestad.

2:11 Los ojos altivos del hombre serán humillados, y la soberbia del ser humano será postrada. Sólo Jehovah será enaltecido en aquel día.

2:12 Porque el día de Jehovah de los Ejércitos vendrá contra todo arrogante y altivo, y contra todo el que se ha enaltecido, el cual será humillado.

2:13 Vendrá contra todos los cedros del Líbano, altos y erguidos, y contra todas las encinas de Basán.

2:14 Vendrá contra todas las altas montañas y contra todas las colinas elevadas.

2:15 Vendrá contra toda torre alta y contra todo muro fortificado,

2:16 contra todas las naves de Tarsis y contra todos los barcos lujosos.

2:17 La altivez del hombre será postrada; la soberbia del ser humano será humillada. Sólo Jehovah será enaltecido en aquel día,

2:18 y los ídolos desaparecerán por completo.

2:19 Los hombres se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, a causa de la temible presencia de Jehovah y del esplendor de su majestad, cuando se levante para hacer temblar la tierra.

2:20 En aquel día los hombres arrojarán a los topos y a los murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro que habían hecho para adorarlos,

2:21 a fin de meterse en las grietas de las rocas y en las hendiduras de las peñas, a causa de la temible presencia de Jehovah y del esplendor de su majestad, cuando Jehovah se levante para hacer temblar la tierra.

2:22 Dejad de confiar en el hombre, cuyo hálito está en su nariz; pues, ¿de qué estima es digno?