We Love God!

God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

How can Satan in a subtle way get people to disregard the truth on Sunday morning? How about getting people to think the sermon is entertainment or sitting through an entire sermon for a need to uphold a religious duty? Yeah, nothing about coming prepared to hear God’s Word. According to Satan - I’ll keep them out late on Saturday night. I’ll distract them with Sunday afternoon plans. I’ll have them put way more time into looking good physically than preparing their hearts spiritually before coming to church. I’ll have them arrive late so they can miss the singing to prepare their hearts to receive the truth and then distract others trying to worship when they stroll in. I’ll get them to believe the message is more intended for someone else. I’ll get them to listen for the 1% they disagree with as compared to the 99% they need to know. I’ll convince them that applying what they just heard is optional. And then I’ll get them to forget about what they heard before they even reach their cars.
Randy Smith

God declares to us that Jesus Christ, who once had His side pierced, today has His heart open, as it were, that we may have assurance of the love that He bears us; that as He once had His arms fastened to the cross, now He has them wide open to draw us to Himself; and that as once He shed his blood, so today He wishes us to be plunged within it. So, when God invites us so sweetly and Jesus Christ sets before us the fruit of His death and passion...let us all come to take our stand with our Lord Jesus Christ.
John Calvin

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) Mateo Chapter 23:1-39 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

Mateo 23

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23:1 Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,

23:2 diciendo: “Los escribas y los fariseos están sentados en la cátedra de Moisés.

23:3 Así que, todo lo que os digan hacedlo y guardadlo; pero no hagáis según sus obras, porque ellos dicen y no hacen.

23:4 Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos mismos no las quieren mover ni aun con el dedo.

23:5 Más bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Ellos ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos.

23:6 Aman los primeros asientos en los banquetes y las primeras sillas en las sinagogas,

23:7 las salutaciones en las plazas y el ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.

23:8 “Pero vosotros, no seáis llamados Rabí; porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos.

23:9 Y no llaméis a nadie vuestro Padre en la tierra, porque vuestro Padre que está en los cielos es uno solo.

23:10 Ni os llaméis Guía, porque vuestro Guía es uno solo, el Cristo.

23:11 Pero el que es mayor entre vosotros será vuestro siervo;

23:12 porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

23:13 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres. Pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.

23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de viudas y como pretexto hacéis largas oraciones. ¡Por esto recibiréis mayor condenación!

23:15 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y tierra para hacer un solo prosélito; y cuando lo lográis, le hacéis un hijo del infierno dos veces más que vosotros.

23:16 “¡Ay de vosotros, guías ciegos! Pues decís: ‘Si uno jura por el santuario, no significa nada; pero si jura por el oro del santuario, queda bajo obligación.’

23:17 ¡Necios y ciegos! ¿Cuál es más importante: el oro o el santuario que santifica al oro?

23:18 O decís: ‘Si uno jura por el altar, no significa nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, queda bajo obligación.’

23:19 ¡Ciegos! ¿Cuál es más importante: la ofrenda o el altar que santifica a la ofrenda?

23:20 Por tanto, el que jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre él.

23:21 Y el que jura por el santuario, jura por el santuario y por aquel que habita en él.

23:22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado sobre él.

23:23 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque entregáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero habéis omitido lo más importante de la ley, a saber, el juicio, la misericordia y la fe. Era necesario hacer estas cosas sin omitir aquéllas.

23:24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito pero tragáis el camello!

23:25 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de afuera del vaso o del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno.

23:26 ¡Fariseo ciego! ¡Limpia primero el interior del vaso para que también el exterior se haga limpio!

23:27 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados que, a la verdad, se muestran hermosos por fuera; pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda impureza.

23:28 Así también vosotros, a la verdad, por fuera os mostráis justos a los hombres; pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

23:29 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,

23:30 y decís: ‘Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.’

23:31 Así dais testimonio contra vosotros mismos de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.

23:32 ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!

23:33 “¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo os escaparéis de la condenación del infierno?

23:34 Por tanto, mirad; yo os envío profetas, sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad,

23:35 de manera que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el santuario y el altar.

23:36 De cierto os digo, que todo esto recaerá sobre esta generación.

23:37 “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!

23:38 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta,

23:39 porque os digo que desde ahora no me veréis más hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”