We Love God!

God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

The root that nourishes fruitful hearing is the root of faith. Hearing begets faith and faith begets better hearing. Trusting in the truth you already have is the best way to prepare yourself to receive more. So when you pray and meditate and turn off the TV, consciously fix your heart on the promises of God and trust him Saturday night and Sunday morning.
John Piper

He feels supreme love for one whom he has never seen. He talks familiarly every day to someone he cannot see, expects to go to Heaven on the virtue of another, empties himself in order that he might be full, admits that he is wrong so he can be declared right, goes down in order to get up. He is strongest when he is weakest, richest when he is poorest, and happiest when he feels worst. He dies so he can live, forsakes in order to have, gives away so he can keep, sees the invisible, hears the inaudible, and knows that which passeth knowledge.
A.W. Tozer

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) Marcos Chapter 1:1-45 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

Marcos 1

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1:1 El principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.

1:2 Como está escrito en el profeta Isaías: He aquí envío mi mensajero delante de ti, quien preparará tu camino.

1:3 Voz del que proclama en el desierto: “Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas.”

1:4 Así Juan el Bautista apareció en el desierto predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados.

1:5 Y salía a él toda la provincia de Judea y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

1:6 Juan estaba vestido de pelo de camello y con un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas y miel silvestre.

1:7 Y predicaba diciendo: “Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, agachado, la correa de su calzado.

1:8 Yo os he bautizado en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo.”

1:9 Aconteció en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.

1:10 Y en seguida, mientras subía del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu descendía sobre él como paloma.

1:11 Y vino una voz desde el cielo: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”

1:12 En seguida, el Espíritu le impulsó al desierto,

1:13 y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba con las fieras, y los ángeles le servían.

1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios,

1:15 y diciendo: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!”

1:16 Y pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés hermano de Simón, echando la red en el mar; porque eran pescadores.

1:17 Jesús les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.”

1:18 De inmediato dejaron sus redes y le siguieron.

1:19 Al ir un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo y a su hermano Juan. Ellos estaban en su barca arreglando las redes.

1:20 En seguida les llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca junto con los jornaleros, se fueron en pos de él.

1:21 Entraron en Capernaúm. Y en seguida, entrando él en la sinagoga los sábados, enseñaba.

1:22 Y se asombraban de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

1:23 Y en ese momento un hombre con espíritu inmundo estaba en la sinagoga de ellos, y exclamó

1:24 diciendo: –¿Qué tienes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres: ¡el Santo de Dios!

1:25 Jesús le reprendió diciendo: –¡Cállate y sal de él!

1:26 Y el espíritu inmundo lo sacudió con violencia, clamó a gran voz y salió de él.

1:27 Todos se maravillaron, de modo que discutían entre sí diciendo: –¿Qué es esto? ¡Una nueva doctrina con autoridad! Aun a los espíritus inmundos él manda, y le obedecen.

1:28 Y pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la región alrededor de Galilea.

1:29 En seguida, cuando salieron de la sinagoga, fueron con Jacobo y Juan a la casa de Simón y Andrés.

1:30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y de inmediato le hablaron de ella.

1:31 Él se acercó a ella, la tomó de la mano y la levantó. Y le dejó la fiebre, y ella comenzó a servirles.

1:32 Al atardecer, cuando se puso el sol, le traían todos los enfermos y los endemoniados.

1:33 Toda la ciudad estaba reunida a la puerta.

1:34 Y él sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades y echó fuera muchos demonios. Y no permitía a los demonios hablar, porque le conocían.

1:35 Habiéndose levantado muy de madrugada, todavía de noche, Jesús salió y se fue a un lugar desierto y allí oraba.

1:36 Simón y sus compañeros fueron en busca de él.

1:37 Le encontraron y le dijeron: –Todos te buscan.

1:38 Él les respondió: –Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.

1:39 Y fue predicando en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echando fuera los demonios.

1:40 Y vino a él un leproso implorándole, y de rodillas le dijo: –Si quieres, puedes limpiarme.

1:41 Jesús, movido a compasión, extendió la mano, le tocó y le dijo: –Quiero; sé limpio.

1:42 Y al instante desapareció la lepra de él, y quedó limpio.

1:43 En seguida, le despidió después de amonestarle

1:44 y le dijo: –Mira, no digas nada a nadie. Más bien ve, muéstrate al sacerdote y ofrece lo que mandó Moisés en cuanto a tu purificación, para testimonio a ellos.

1:45 Pero cuando salió, él comenzó a proclamar y a difundir mucho el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba afuera en lugares despoblados. Y venían a él de todas partes.