The theological roots of this concept of “vocation” are found in the biblical doctrine of creation and divine sovereignty. We are by God’s creative decree shaped in His image and thus designed to reflect in all our endeavors the purposeful activity of God Himself. All Christians, therefore, should ideally embrace their “work”, however secular and uneventful it may appear, as a calling of God, a responsibility for which they have been uniquely endowed that is designed in its own way to glorify God. One’s “job” or “career” or “occupation” thus has a meaning beyond mere personal fulfillment. “Ministry” is therefore not what the majority of Christians perform as “a discretionary time activity – something done with the few hours that can be squeezed out of the week’s schedule after working, sleeping, homemaking, neighbouring, washing and doing the chores” (Stevens, The Other Six Days, 132). It is, rather, all of life when discharged in faith.
Sam Storms

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) 2 Samuel Chapter 2:1-32 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

2 Samuel 2

[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
[15]
[16]
[17]
[18]
[19]
[20]
[21]
[22]
[23]
[24]

2:1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehovah diciendo: –¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Jehovah le respondió: –Sube. David volvió a preguntar: –¿A dónde subiré? Jehovah le respondió: –A Hebrón.

2:2 Entonces David subió allá con sus dos mujeres: Ajinoam, de Jezreel, y Abigaíl, que fuera mujer de Nabal, de Carmel.

2:3 David hizo subir también a sus hombres que estaban con él, cada uno con su familia; y habitaron en las aldeas de Hebrón.

2:4 Entonces vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Informaron a David diciendo: “Los hombres de Jabes, en Galaad, son los que sepultaron a Saúl.”

2:5 Entonces David envió mensajeros a los hombres de Jabes, en Galaad, y les dijo: “Benditos seáis de Jehovah, porque habéis hecho esta bondad a Saúl vuestro señor, y le habéis dado sepultura.

2:6 Ahora pues, que Jehovah os muestre misericordia y verdad. Y yo también os haré bien por esto que habéis hecho.

2:7 Y ahora, fortaleced vuestras manos y sed hombres valientes; porque ha muerto Saúl vuestro señor, y la casa de Judá me ha ungido rey sobre ellos.”

2:8 Pero Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, tomó a Isboset hijo de Saúl y le trasladó a Majanaim.

2:9 Entonces lo proclamó rey sobre Galaad, sobre Gesur, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.

2:10 Isboset hijo de Saúl tenía 40 años cuando comenzó a reinar sobre Israel y reinó dos años. Sin embargo, la casa de Judá seguía a David.

2:11 El tiempo que David fue rey en Hebrón sobre la casa de Judá fue de siete años y seis meses.

2:12 Abner hijo de Ner y los siervos de Isboset hijo de Saúl fueron de Majanaim a Gabaón.

2:13 También salieron Joab, hijo de Sarvia, y los servidores de David; y los encontraron junto al estanque de Gabaón. Entonces se sentaron los unos a un lado del estanque, y los otros al otro lado.

2:14 Luego Abner dijo a Joab: –¡Levántense los jóvenes y compitan delante de nosotros! Joab respondió: –¡Que se levanten!

2:15 Entonces se levantaron y pasaron en número igual, doce de parte de los hijos de Benjamín y de Isboset hijo de Saúl, y doce de los servidores de David.

2:16 Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y colocó su espada en el costado de su adversario, y cayeron juntos. Por esto se llamó el nombre de aquel lugar Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón.

2:17 Aquel día la batalla fue muy dura. Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los servidores de David.

2:18 Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Asael era ligero de pies como un venado en el campo.

2:19 Y Asael persiguió a Abner, yendo tras él sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.

2:20 Abner se volvió hacia atrás y preguntó: –¿Eres tú Asael? Él respondió: –Sí, yo soy.

2:21 Entonces Abner le dijo: –Apártate a la derecha o a la izquierda. Atrapa a alguno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso dejar de seguirle.

2:22 Y Abner volvió a decir a Asael: –¡Deja de seguirme! ¿Por qué te he de herir, derribándote a tierra? ¿Cómo podría después levantar mi cara ante tu hermano Joab?

2:23 Como él rehusó apartarse, Abner lo hirió en el vientre con el extremo trasero de la lanza, y la lanza le salió por detrás. Así cayó allí y murió en el mismo sitio. Sucedió que todos los que pasaban por el lugar donde Asael había caído y había muerto, se detenían.

2:24 Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner. El sol se puso cuando llegaron a la colina de Amá, frente a Guíaj, en el camino del desierto de Gabaón.

2:25 Luego se agruparon los hijos de Benjamín tras Abner formando un solo escuadrón, y se detuvieron en la cumbre de cierta colina.

2:26 Entonces Abner dio voces a Joab diciendo: –¿Ha de consumir la espada para siempre? ¿No sabes tú que al final sólo habrá amargura? ¿Hasta cuándo esperas para decir al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?

2:27 Joab respondió: –¡Vive Dios, que si tú no hubieras hablado, el pueblo habría dejado de perseguir a sus hermanos desde la mañana!

2:28 Entonces Joab tocó la corneta, y todo el pueblo se detuvo. Y no persiguieron más a Israel, ni continuaron luchando más.

2:29 Abner y sus hombres caminaron por el Arabá toda aquella noche, cruzaron el Jordán, y atravesando todo el Bitrón llegaron a Majanaim.

2:30 Joab también volvió de perseguir a Abner y reunió a toda la gente. Y faltaban de los servidores de David 19 hombres, además de Asael.

2:31 Pero los servidores de David hirieron a 360 de Benjamín, de los hombres de Abner, los cuales murieron.

2:32 Luego se llevaron a Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén. Joab y sus hombres caminaron toda aquella noche, y les amaneció en Hebrón.