We Love God!

God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

In the Lord’s Prayer we are specifically instructed to ask God for the forgiveness of our debts, or sins. Paul counted himself not to have attained; he did not consider himself already perfect. The Apostle John, one of the most saintly men of all time, the beloved of the Lord, said that if any man said he had no sin he deceived himself and the truth was not in him. A preacher, commenting on the fact that the Christian who says he has no sin deceives himself, remarked that he does not deceive anyone but himself.
John Gerstner

I grant it costs much to be a true Christian. But who in his sound senses can doubt that it is worth any cost to have the soul saved? When the ship is in danger of sinking, the crew think nothing of casting overboard the precious cargo. When a limb is mortified, a man will submit to any severe operation, and even to amputation, to save life. Surely a Christian should be willing to give up anything which stands between him and heaven. A religion that costs nothing is worth nothing! A cheap Christianity, without a cross, will prove in the end a useless Christianity, without a crown.
J.C. Ryle

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) Ezequiel Chapter 37:1-28 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

Ezequiel 37

[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
[15]
[16]
[17]
[18]
[19]
[20]
[21]
[22]
[23]
[24]
[25]
[26]
[27]
[28]
[29]
[30]
[31]
[32]
[33]
[34]
[35]
[36]
[37]
[38]
[39]
[40]
[41]
[42]
[43]
[44]
[45]
[46]
[47]
[48]

37:1 La mano de Jehovah vino sobre mí; me llevó fuera por el Espíritu de Jehovah y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.

37:2 Me hizo pasar junto y alrededor de ellos, y he aquí que eran muchísimos sobre la superficie del valle. Y he aquí que estaban muy secos.

37:3 Entonces me preguntó: –Oh hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y respondí: –Oh Señor Jehovah, tú lo sabes.

37:4 Entonces me dijo: –Profetiza a estos huesos y diles: “Huesos secos, oíd la palabra de Jehovah.

37:5 Así ha dicho el Señor Jehovah a estos huesos: ‘He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.

37:6 Pondré tendones sobre vosotros, haré subir carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros; y viviréis. Y sabréis que yo soy Jehovah.'”

37:7 Profeticé, pues, como se me ordenó; y mientras yo profetizaba, hubo un ruido. Y he aquí un temblor, y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso.

37:8 Miré, y he aquí que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió encima de ellos. Pero no había espíritu en ellos.

37:9 Entonces me dijo: –Profetiza al espíritu. Profetiza, oh hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho el Señor Jehovah: “Oh espíritu, ven desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vivan.”

37:10 Profeticé como me había mandado, y el espíritu entró en ellos, y cobraron vida. Y se pusieron de pie: ¡un ejército grande en extremo!

37:11 Luego me dijo: –Oh hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: “Nuestros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra esperanza. Somos del todo destruidos.”

37:12 Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: “He aquí, oh pueblo mío, yo abriré vuestros sepulcros. Os haré subir de vuestros sepulcros y os traeré a la tierra de Israel.

37:13 Y sabréis que soy Jehovah, cuando yo abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, oh pueblo mío.

37:14 Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis. Os colocaré en vuestra propia tierra, y sabréis que yo, Jehovah, lo dije y lo hice”, dice Jehovah.

37:15 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

37:16 “Tú, oh hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: ‘Para Judá y los hijos de Israel, sus compañeros.’ Toma después otra vara y escribe sobre ella: ‘Para José (vara de Efraín) y toda la casa de Israel, sus compañeros.’

37:17 Luego únelas, la una con la otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu mano.

37:18 Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: ‘¿No nos enseñarás qué significan para ti estas cosas?’,

37:19 les dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ‘He aquí, yo tomo la vara de José (que está en la mano de Efraín) y las tribus de Israel, sus compañeros, y la pondré junto con la vara de Judá. Los haré una sola vara, y serán una sola en mi mano.’

37:20 “Las varas sobre las cuales escribas estarán en tu mano, ante la vista de ellos.

37:21 Y les dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ‘He aquí, yo tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron; los reuniré de todas partes, y los traeré a su propia tierra.

37:22 Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y todos ellos tendrán un solo rey. Nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos.

37:23 No se volverán a contaminar con sus ídolos, ni con sus cosas detestables, ni con ninguna de sus transgresiones. Yo los salvaré de todas sus rebeliones con que han pecado, y los purificaré. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

37:24 “‘Mi siervo David será rey sobre ellos, y habrá un solo pastor para todos ellos. Andarán según mis decretos; guardarán mis estatutos y los pondrán por obra.

37:25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo, a Jacob, en la cual habitaron vuestros padres. En ella habitarán para siempre, ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos. Y mi siervo David será su gobernante para siempre.

37:26 Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Los multiplicaré y pondré mi santuario entre ellos para siempre.

37:27 Mi tabernáculo estará junto a ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

37:28 Y cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, sabrán las naciones que yo, Jehovah, santifico a Israel.'”