We Love God!

God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

Counseling Principles: 1. When seeking to bring about change, never attempt to do so in the abstract; people change only in concrete ways. 2. Always give hope. People will not persevere during the often-difficult process of change without hope. 3. Never minimize the severity of problems; instead always maximize Christ and His power to solve problems. 4. If a person has a life-dominating problem, aim at total restructuring. 5. Always approach the seemingly hopeless situations with emphatic disagreement. Empathy alone removes all possibility of help. Disagree when the counselee says, “It’s hopeless.” Say, “It is difficult, but not too difficult for God.” 6. Don’t become orientated toward people’s problems, but toward God’s solutions. 7. Gauge how much change is now feasible; too little is boring, too much is discouraging. 8. Don’t let people settle for less than the scriptural solution. 9. Use biblical, or biblically derived, language when analyzing and labeling problems, and when planning solutions to them. 10. Be command-oriented rather than feeling-oriented.
Jay Adams

My conclusion is that the Bible nowhere prohibits the use of birth control. But are there any texts that suggest or imply that birth control is morally permissible? 1. 1 Corinthians 7:5 – “While this passage does not mention contraception, it does carry important implications for the discussion. Here it seems evident that God's will for the Christian couple is not “maximum fertility,” i.e., the maximum number of conceptions biologically possible during the course of a Christian marriage. By mutual agreement, sexual relations may be renounced for a time in order to pursue spiritual objectives – in this case, prayer. The larger principle would be that Christian couples have the right to choose to “override” the usual responsibility to procreate (Gen. 1:28) for a season in order to pursue a spiritual good” (John Jefferson Davis, Evangelical Ethics, P&R, 2004, p. 39). 2. 1 Corinthians 7:26-28 – Here Paul advises Christians to avoid taking on the responsibilities of family life due to the impending persecution. 3. 1 Timothy 5:8 – This text not only demands that we work or in some way provide financially and physically for our family, but also forbids us doing anything that would hinder such care, even if we are employed. We are forbidden to take on obligations, no matter how well intentioned, which would lead us to fail to provide basic necessities for those who are dependent upon us.
Sam Storms

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) 2 Reyes Chapter 2:1-25 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

2 Reyes 2

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2:1 Aconteció que cuando Jehovah iba a arrebatar a Elías al cielo en un torbellino, Elías venía de Gilgal con Eliseo.

2:2 Y Elías dijo a Eliseo: –Por favor, quédate aquí, porque Jehovah me ha enviado a Betel. Eliseo dijo: –¡Vive Jehovah, y vive tu alma, que no te dejaré! Entonces descendieron a Betel.

2:3 Y los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo, y le preguntaron: –¿Sabes que hoy Jehovah arrebatará a tu señor por encima de tu cabeza? Él respondió: –Sí, yo lo sé. Callad.

2:4 Elías le volvió a decir: –Eliseo, por favor, quédate aquí, porque Jehovah me ha enviado a Jericó. Y él dijo: –¡Vive Jehovah, y vive tu alma, que no te dejaré! Y fueron a Jericó.

2:5 Entonces los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le preguntaron: –¿Sabes que hoy Jehovah arrebatará a tu señor por encima de tu cabeza? Y él respondió: –Sí, yo lo sé. Callad.

2:6 Luego le dijo Elías: –Por favor, quédate aquí, porque Jehovah me ha enviado al Jordán. Y él dijo: –¡Vive Jehovah, y vive tu alma, que no te dejaré! Fueron, pues, los dos.

2:7 Y llegaron cincuenta hombres de los hijos de los profetas y se pararon al frente, a lo lejos. También ellos dos se pararon junto al Jordán.

2:8 Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado; y ambos pasaron en seco.

2:9 Y sucedió que cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: –Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea arrebatado de tu lado. Eliseo dijo: –Te ruego que pase a mí una doble porción de tu espíritu.

2:10 Él dijo: –Has pedido algo difícil. Si me ves cuando sea arrebatado de tu lado, te será concedido; si no, no.

2:11 Aconteció que mientras ellos iban y conversaban, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego los separó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino.

2:12 Eliseo, al verlo, gritó: –¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel, y sus jinetes! Nunca más le vio. Y agarrando sus ropas, las rasgó en dos partes.

2:13 Entonces Eliseo recogió el manto de Elías, que se le había caído, y regresó. Luego, deteniéndose a la orilla del Jordán,

2:14 tomó el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas y dijo: –¿Dónde está Jehovah, el Dios de Elías? Y cuando él también golpeó las aguas, éstas se apartaron a uno y a otro lado; y Eliseo cruzó.

2:15 Lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó, al otro lado, y dijeron: –¡El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo! Entonces fueron hacia él, se postraron ante él en tierra,

2:16 y le dijeron: –He aquí, con tus siervos hay cincuenta hombres valerosos. Que vayan ellos y busquen a tu señor; no sea que el Espíritu de Jehovah lo haya levantado y lo haya arrojado en alguna montaña o en algún valle. Él dijo: –No los mandéis.

2:17 Ellos insistieron hasta que sintiéndose él avergonzado, dijo: –Enviadlos. Entonces enviaron a cincuenta hombres, los cuales lo buscaron durante tres días, pero no lo hallaron.

2:18 Cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, les dijo: –¿No os dije que no fueseis?

2:19 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: –He aquí, el lugar de esta ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra es estéril.

2:20 Entonces él dijo: –Traedme una vasija nueva y poned en ella sal. Se la trajeron.

2:21 Y salió al manantial de las aguas, echó dentro la sal y dijo: –Así ha dicho Jehovah: “Yo saneo estas aguas, y no habrá en ellas más muerte ni esterilidad.”

2:22 Y así fueron saneadas las aguas hasta el día de hoy, conforme a las palabras que Eliseo pronunció.

2:23 Después fue de allí a Betel; y cuando subía por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad y se burlaban de él diciéndole: –¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!

2:24 Volviéndose hacia atrás, los vio y los maldijo en el nombre de Jehovah. Entonces salieron dos osas del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de aquellos niños.

2:25 De allí fue al monte Carmelo, y de allí volvió a Samaria.