Index: Español – (Spanish Modern)
2 Reyes 9
[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
[15]
[16]
[17]
[18]
[19]
[20]
[21]
[22]
[23]
[24]
[25]
9:1 Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: –Cíñete los lomos, toma este frasco de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.
9:2 Cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi. Entra, haz que se levante de entre sus compañeros y llévalo a una habitación interior.
9:3 Luego toma el frasco de aceite y derrámalo sobre su cabeza diciendo: “Así ha dicho Jehovah: ‘Yo te he ungido rey de Israel.'” Luego abre la puerta y escápate. ¡No esperes!
9:4 Aquel joven, el criado del profeta, fue a Ramot de Galaad.
9:5 Entonces entró, y he aquí que los jefes del ejército estaban sentados. Y dijo: –Jefe, tengo un mensaje para ti. Jehú preguntó: –¿Para cuál de todos nosotros? Y él respondió: –Para ti, jefe.
9:6 Jehú se levantó y entró en la casa, y el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: –Así ha dicho Jehovah Dios de Israel: “Yo te he ungido rey del pueblo de Jehovah, de Israel.
9:7 Tú herirás a los de la casa de Acab, tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas y la sangre de todos los siervos de Jehovah derramada por mano de Jezabel.
9:8 Toda la casa de Acab perecerá; exterminaré a todo varón de Acab en Israel, tanto a los esclavos como a los libres.
9:9 Yo haré a su casa como a la casa de Jeroboam hijo de Nabat y a la casa de Baasa hijo de Ajías.
9:10 Y a Jezabel la comerán los perros en la parcela de Jezreel. No habrá quien le dé sepultura.” En seguida abrió la puerta y huyó.
9:11 Después Jehú salió a donde estaban los servidores de su señor, y le preguntaron: –¿Todo va bien? ¿Para qué vino a ti ese loco? Y él les dijo: –Vosotros conocéis a ese hombre y sus palabras.
9:12 Ellos dijeron: –¡Mentira! ¡Decláranoslo, por favor! Y él dijo: –Así y así me habló diciendo: “Así ha dicho Jehovah: ‘Yo te he ungido rey de Israel.'”
9:13 Entonces tomaron rápidamente cada uno su manto y lo tendieron debajo de Jehú sobre las gradas desnudas. Luego tocaron la corneta y proclamaron: –¡Jehú reina!
9:14 Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. Joram había estado guardando Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael, rey de Siria.
9:15 Pero el rey Joram había regresado a Jezreel para curarse de las heridas que le habían ocasionado los sirios cuando combatía contra Hazael, rey de Siria. Entonces Jehú dijo: –Si es vuestro deseo, que nadie se escape de la ciudad para ir a dar las noticias en Jezreel.
9:16 Luego Jehú mismo cabalgó y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí, en cama. También Ocozías, rey de Judá, había descendido para ver a Joram.
9:17 Entonces el centinela que estaba apostado en la torre de Jezreel vio al grupo de gente de Jehú que venía, y dijo: –¡Veo un grupo de gente! Joram dijo: –Toma un jinete y envíalo a su encuentro, y que les pregunte: “¿Hay paz?”
9:18 Fue el jinete a caballo a su encuentro, y le dijo: –Así ha dicho el rey: “¿Hay paz?” Y Jehú respondió: –¿Qué te importa a ti la paz? ¡Vuélvete conmigo! Entonces el centinela informó diciendo: –¡El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresa!
9:19 Envió otro jinete a caballo, el cual llegó hasta ellos y dijo: –Así ha dicho el rey: “¿Hay paz?” Y Jehú respondió: –¿Qué te importa a ti la paz? ¡Vuélvete conmigo!
9:20 También el centinela informó diciendo: –¡Ese llegó hasta ellos, pero no regresa! Y la manera de conducir del que viene es como la de Jehú hijo de Nimsi, porque conduce como un loco.
9:21 Entonces Joram dijo: –¡Unce el carro! Cuando unció su carro, Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, salieron al encuentro de Jehú, y lo encontraron en la parcela de Nabot de Jezreel.
9:22 Y cuando Joram vio a Jehú, le preguntó: –¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: –¿Cómo va a haber paz, mientras continúen las fornicaciones y las muchas hechicerías de tu madre Jezabel?
9:23 Entonces Joram, volviendo las riendas, huyó diciendo a Ocozías: –¡Traición, Ocozías!
9:24 Pero Jehú puso la flecha en su arco e hirió a Joram por la espalda. La flecha le atravesó el corazón, y él cayó sobre sus rodillas en su carro.
9:25 Luego Jehú dijo a Bidcar, uno de sus comandantes: –¡Tómalo y arrójalo en la parcela del campo de Nabot de Jezreel! Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos cabalgando detrás de su padre Acab, Jehovah pronunció contra él esta sentencia:
9:26 “Ciertamente vi ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos, dice Jehovah. Y tengo que darte la retribución en esta parcela, dice Jehovah.” Ahora pues, tómalo y arrójalo en la parcela, conforme a la palabra de Jehovah.
9:27 Al ver esto Ocozías, rey de Judá, huyó por el camino de Bet-hagan, y Jehú lo persiguió diciendo: –¡Matad también a ése! Y le hirieron en el carro en la cuesta de Gur, junto a Ibleam; pero huyó a Meguido, donde murió.
9:28 Entonces sus servidores le llevaron a Jerusalén en un carro, y le dieron sepultura con sus padres en su sepulcro en la Ciudad de David.
9:29 En el año 11 de Joram hijo de Acab había comenzado a reinar Ocozías sobre Judá.
9:30 Jehú fue después a Jezreel. Y cuando lo oyó Jezabel, se pintó los ojos, arregló su cabello y miró por la ventana.
9:31 Cuando Jehú entraba por la puerta de la ciudad, ella dijo: –¿Cómo le va a Zimri, asesino de su señor?
9:32 Jehú levantó la cara hacia la ventana y dijo: –¿Quién está conmigo? ¿Quién? Miraron hacia él dos o tres funcionarios,
9:33 y él les dijo: –¡Echadla abajo! La echaron, y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, los cuales la atropellaron.
9:34 Luego entró, y después que comió y bebió, dijo: –Ocupaos de esa maldita y sepultadla, pues es hija de rey.
9:35 Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que el cráneo, los pies y las palmas de las manos.
9:36 Volvieron y se lo informaron. Y él dijo: –¡Ésta es la palabra que Jehovah habló por medio de su siervo Elías el tisbita, diciendo: “En la parcela de Jezreel, los perros comerán la carne de Jezabel;
9:37 y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo en la parcela de Jezreel, de modo que nadie pueda decir: ‘Ésta es Jezabel.'”