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God: "I looked for someone to take a stand for me, and stand in the gap" (Ezekiel 22:30)

Jesus: Eternal Combustion Protection

Bible – Read the Español – (Spanish Modern) Juan Chapter 1:1-51 Online.

Index: Español – (Spanish Modern)

 

Juan 1

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1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

1:2 Él era en el principio con Dios.

1:3 Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.

1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

1:5 La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

1:6 Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan.

1:7 Él vino como testimonio, a fin de dar testimonio de la luz, para que todos creyesen por medio de él.

1:8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.

1:9 Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo.

1:10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él, pero el mundo no le conoció.

1:11 A lo suyo vino, pero los suyos no le recibieron.

1:12 Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios,

1:13 los cuales nacieron no de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad de varón, sino de Dios.

1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

1:15 Juan dio testimonio de él y proclamó diciendo: “Éste es aquel de quien dije: El que viene después de mí ha llegado a ser antes de mí, porque era primero que yo.”

1:16 Porque de su plenitud todos nosotros recibimos, y gracia sobre gracia.

1:17 La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.

1:18 A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

1:19 Éste es el testimonio de Juan cuando los judíos le enviaron de Jerusalén unos sacerdotes y levitas para preguntarle: –¿Quién eres tú?

1:20 Él confesó y no negó, sino que confesó: –Yo no soy el Cristo.

1:21 Y le preguntaron: –¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: –No lo soy. –¿Eres tú el profeta? Y respondió: –No.

1:22 Le dijeron entonces: –¿Quién eres?, para que demos respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices en cuanto a ti mismo?

1:23 Dijo: –Yo soy la voz de uno que proclama en el desierto: “Enderezad el camino del Señor” como dijo el profeta Isaías.

1:24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.

1:25 Le preguntaron y le dijeron: –¿Entonces, por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?

1:26 Juan les respondió diciendo: –Yo bautizo en agua, pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.

1:27 Él es el que viene después de mí, de quien yo no soy digno de desatar la correa del calzado.

1:28 Estas cosas acontecieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

1:29 Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: –¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!

1:30 Éste es aquel de quien dije: “Después de mí viene un hombre que ha llegado a ser antes de mí, porque era primero que yo.”

1:31 Yo no le conocía; pero para que él fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua.

1:32 Juan dio testimonio diciendo: –He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y posó sobre él.

1:33 Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: “Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre él, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo.”

1:34 Yo le he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

1:35 Al día siguiente, de nuevo estaba Juan con dos de sus discípulos.

1:36 Al ver a Jesús que andaba por allí, dijo: –¡He aquí el Cordero de Dios!

1:37 Los dos discípulos le oyeron hablar y siguieron a Jesús.

1:38 Jesús, al dar vuelta y ver que le seguían, les dijo: –¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: –Rabí–que significa maestro–, ¿dónde moras?

1:39 Les dijo: –Venid y ved. Por lo tanto, fueron y vieron dónde moraba y se quedaron con él aquel día, porque era como la hora décima.

1:40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús.

1:41 Éste encontró primero a su hermano Simón y le dijo: –Hemos encontrado al Mesías–que significa Cristo–.

1:42 Él lo llevó a Jesús, y al verlo Jesús le dijo: –Tú eres Simón hijo de Jonás. Tú serás llamado Cefas–que significa piedra–.

1:43 Al día siguiente, Jesús quiso salir para Galilea y encontró a Felipe. Y Jesús le dijo: –Sígueme.

1:44 Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.

1:45 Felipe encontró a Natanael y le dijo: –Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la Ley, y también los Profetas: a Jesús de Nazaret, el hijo de José.

1:46 Y le dijo Natanael: –¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Le dijo Felipe: –Ven y ve.

1:47 Jesús vio que Natanael venía hacia él y dijo de él: –¡He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño!

1:48 Le dijo Natanael: –¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: –Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.

1:49 Le respondió Natanael: –Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el rey de Israel!

1:50 Respondió Jesús y le dijo: –¿Crees porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”? ¡Cosas mayores que éstas verás!

1:51 Y les dijo: –De cierto, de cierto os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.